Metropolitano de Madrid. Esperas. Transbordos. Idas y venidas. Caminos que se cruzan sin tocarse, siendo todos espectadores y actores en el mismo escenario. Pensamientos. Lecturas. Dibujo y escritura. Vivimos a ratos en las tripas de un monstruo que fagocita personas y comunica voluntades…de encuentro. Un par de minutos marca el luminoso. No se oye al tren. Un par de minutos nada más, y estaré en movimiento otra vez.
Ya casi estoy allí.