Una década y media, dos quinquenios, un lustro y un trienio han pasado desde que amanecí a este mundo con los ojos abiertos.
He visto, conocido, bebido, hablado, alterado, odiado, disfrutado, vivido, viajado, llorado, abrazado, besado, discutido, sorprendido, enseñado, sonreído, gritado, aprendido, cabreado, amado, salvado, acompañado, calmado, divertido, compartido…a tantas personas que no recuerdo las caras ni los nombres de muchos; aunque perviven en la memoria y se mantienen en mi vida los más importantes…con los que he contraído una deuda de agradecimiento, por todo lo que han hecho por mí, ya sea continuo o puntual. Por todo ello, sabiendo quienes sois. GRACIAS.
Pero los únicos que están aquí desde que me arrojaron a esta existencia, son las dos únicas personas que se han mantenido constantes en el apoyo, el ánimo, el cuidado y el amor, todo ello de manera incondicional. Son mis queridos progenitores, sin los cuales. simplemente, no sería.
GRACIAS MADRE. GRACIAS PADRE. Por enseñarme a ser, a pensar, a vivir, por educarme, por el respeto, por compartir, por el aprendizaje, por la lectura, por el arte, por los valores, por las personas, por la familia, por mi hermano, por ayudarme, por estar ahí, por ser mis padres. GRACIAS.