Cabalguemos en pos del mañana, huyamos del hoy que nos apresa, salgamos de la oscuridad, pronto! que las cadenas no nos detengan. Desoye la voz de la vacía esperanza, del futurible sabor dulce que en amargo desengaño se torna, de las lágrimas aún no vertidas, de los recuerdos, pasado que retorna. La niebla suavemente se posa y silenciosa todo lo cubre, ocultando con marmóreo manto sentimientos y emociones, sensaciones de desencanto. Desde el horizonte lejano, espera, futuro incierto que me contempla, paciente, estoico, distante, llama, no demores aún más tu marcha, parte pronto, no mañana. Temeroso del camino por recorrer …